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viernes, 27 de julio de 2012

Glandulas Perianales .




 Popularmente se suele adjudicar este comportamiento en el perro a la presencia de parásitos estomacales (lombrices), pero en realidad esto es un error. Esta actitud se debe a una alteración que está sufriendo el can en sus glándulas perianales, que, como lo indica su nombre, se ubican a los costados del ano.

Las glándulas anales, o los sacos anales, son dos pequeñas glándulas presentes en perros y gatos. Se encuentran situadas debajo de la abertura anal, estas glándulas producen una sustancia que se secreta a través de conductos dentro del recto cuando presión es aplicada en las glándulas, comúnmente por el paso de heces. Esta sustancia tiene un fuerte olor que a nosotros nos resulta muy desagradable y nauseabunda .

A estas glándulas se le atribuyen varias funciones:
1.-  Defensa: Los perros y gatos pueden expulsar voluntariamente el contenido fétido de la glándula cuando se sienten agredidos.
2.-  Comunicación: Los perros acostumbran para conocerse, olfatearse el ano, lo que para ellos es perfectamente lógico, ya que el olor y composición de la secreciones varían de un animal a otro, identificándose entre ellos, conociendo la edad, el sexo, el estatus social,estado de salud e incluso su fase hormonal (si esta castrado o no).
3.-   Lubricación: Sobre todo porque las heces de los perros y gatos son muy secas, lo que evita que se fisure el esfinter anal.

En nuestras perros, las glándulas anales pueden causar a menudo problemas de salud. Algunos de los trastornos que se pueden presentar en las glándulas perianales son , infección y abscesos, que pueden ser debidas a secreciones muy espesas, conductos de drenaje muy estrechos, o por alteraciones en la consistencia de las heces como una diarrea.   Los síntomas de que hay problemas con las glándulas perianales son que nuestros perros arrastran el ano por el suelo, se  lamen el ano, se persiguen la cola o presentan dolor a la hora de defecar. Los abscesos pueden llegar a resultarles muy dolorosos y requerirán la atención de un veterinario y los antibióticos para despejar posiblemente la infección. Por esta razón, es mejor prevenir complicaciones tanto cuanto sea posible.

Algunos perros y gatos necesitan que se les drenen las glándulas perianales  periódicamente para evitar acumulación de la secreción que es muy incómoda, y el drenaje debe hacerse aprovechando el momento del baño, ya que el mal olor queda impregnado en el animal. Para exprimir las glándulas anales de nuestros pequeños debemos utilizar los dedos o un pulgar y un índice para aplicar suavemente presión de cualquier lado de la abertura anal  (en el exterior de las glándulas),presionando hacia adentro y hacia arriba hasta ver el líquido.

Un buen profesional de la peluquería canina drenará las glándulas con cierta regularidad para evitar hayan infecciones o abscesos en sus clientes, además de malos olores.




Modo de drenar las glándulas perianales